Situación de Yacimientos de Rio Turbio. El derroche que pagan los argentinos
Yacimientos Carboníferos de Rio Turbio (YCRT), es una empresa minera estatal que concentra una importante partida presupuestaria, pero con una muy baja productividad y la promesa perpetua de una obra generadora de 240 megavatios que más de 15 años después de su licitación aún no concluye y costará entre 2 ó 3 veces más que lo presupuestado. A la fecha se gastaron más de 2000 millones de dólares y todavía hay inconclusas una serie de obras. La usina fue licitada en 2007 y puesta en marcha el 2013, que, anunciada con bombos y platillos, duró solo 24 hs, ya que se rompió la caldera. La reparación, admitida años después que no estaba lista para funcionar, le costó mucho más al estado La empresa, intervenida por el estado, produce un promedio de 5500 toneladas, muy lejos de 112.300 que debe extraer para alimentar la usina, es decir apenas el 5%. El presupuesto asignado a YCRT durante 2021 fue de 14.200 millones de pesos, que no siendo aprobado pro el Congresos prorrogó el mismo por el mismo monto para el 2021. El máximo % es consumido por los gastos de personal.
Yacimientos Río Turbio: tiene 2.066 empleados, ventas por $47millones. pagará salarios por $ 10.000 millones y le cuesta al Estado más de $ 11.000 millones, por ello el gobierno destinará este año casi US$ 100 millones para cubrir el déficit de la empresa estatal.
Una resolución publicada este miércoles en el Boletín Oficial y firmada por el ex ministro Martín Guzmán aprobó una pérdida operativa de $ 11.882 millones durante este ejercicio. La empresa pública que opera en Santa Cruz está sumida desde hace años en una profunda crisis: sólo registra ingresos genuinos por menos del 1% del presupuesto real que requiere para funcionar.
El gobierno aprobó con una pérdida de US$ 90,7 millones para solventar con fondos públicos el funcionamiento durante 2022 de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), la empresa estatal que tiene a su cargo la explotación de carbón y la generación de energía eléctrica en Santa Cruz, aunque en los hecho produce, eventualmente, sólo una ínfima cantidad del mineral y prácticamente no inyecta energía a la red. La empresa funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía, hasta hace poco tiempo a cargo de la titular Silvina Batakis, que este aprobó, con la firma de Martín Guzmán, un déficit operativo de más de $ 11.000 millones.
Los ingresos operativos cubren apenas el 0,4% de los gastos.
La diferencia entre los ingresos y los gastos operativos se cubre con aportes del Tesoro, es decir con pesos que el Gobierno recauda a través de los impuestos o de la emisión de deuda, que finalmente se tiene que pagar con los impuestos que pagan los argentinos.
YCRT aporta al mega déficit de las empresas públicas, que el año pasado alcanzó los 3.800 millones de dólares y este año apunta a superar los 4.000 millones.
El Plan de Negocios de YCRT es un compendio de buenas intenciones, le echa la culpa al COVID por el anormal funcionamiento de la actividad y agrega que “Se efectuaron inversiones para reforzar la recuperación de los circuitos operativos que integran el Complejo Carboeléctrico, permitiendo una fortalecida integración del puerto con terminales en Punta Loyola y Río Gallegos, el Yacimiento Carbonífero y la Central Termoeléctrica “14 Mineros” 240MW en Río Turbio, en base al cumplimiento de normas internacionales de cuidado del medio ambiente, en el largo plazo, como pilar insustituible dentro de la planificación de la CTRT”.
En abril, Clarín informó que mientras que la mina apenas supera una producción de 6.000 toneladas de carbón por mes, la usina térmica que debería alimentar necesita más de 112.000 toneladas para funcionar. Con una planta de más de 2.000 trabajadores, los números de la empresa minera ubicada en la provincia de Santa Cruz se agravan frente a la crisis energética que vive nuestro país.
El rol del carbón en la Argentina es marginal: representa menos del 1 por ciento de la generación eléctrica. Y lo hace desde la Central Térmica San Nicolás, que quema carbón importado desde Sudáfrica, ya que el de Río Turbio es demasiado caro y de peor calidad. El desafío de ponerle fin al carbón en la
Argentina no es técnico —su capacidad de generación de energía es fácilmente reemplazable si se recurre a renovables—, sino social.
Los dieciséis mil habitantes de Río Turbio pelearon, desde el Congreso del Carbón de 2001 hasta ahora, por una central termoeléctrica en boca de mina para rentabilizar su trabajo, aumentar la oferta laboral y lograr una extensión lógica para su actividad productiva. Sin embargo, parece algo contradictorio conectar a la red eléctrica la Central Termoeléctrica Río Turbio (CTRT), una nueva planta de 240 MWe (megawatts eléctricos) en plena crisis climática en un país con el 85% de su matriz energética de origen fósil y que se comprometió tanto a ser carbono neutral en 2050 como a reducir un 7% sus emisiones en esta década en relación a las de 2010.
“Carbón o muerte” es un lema, por los pobladores, que, además de plantar batalla, resiste con desesperación. Por eso, una diversificación productiva será clave.
Bibliografía
Diagnóstico del rol del Yacimiento Carbonífero Río Turbio UNICEN https://farn.org.ar Rio- -UNICEN
sobrevivir al carbón
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