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domingo, 19 de septiembre de 2021



 LA VOZ DE CASTELAR
Art. Lic. Rubén N. Bozzo      
Opiniones y sugerencias: rnbozzo@yahoo.com

 La corrupación al desnudo

 No se trata solo de corrupción política, sino también económica (ambas van ligadas): desde la sobrefacturación a la subfacturación en comercio exterior la evasión y la elusión fiscales, giro de divisas a paraísos fiscales, pagos en negro, coimas, pactos entre empresas para ganar licitaciones, estafas de todo tipo, etc. Al final hacemos un resumen te casi todas ellas. 

Todo ello unida a la hegemonía parasitaria de los magnates y mecanismos financieros ha provocado el aumento del apoyo a los políticos autoritarios que prometen librar a la sociedad del «sistema», hacerlo más justo, bajar la inflación, la desocupación, mejorar la educación y la salud, etc. Es decir, todo tipo de humo para ocultar la verdad de las intenciones de quienes tienen el poder. Donald Trump, Menem, Ortega, Hollanta Humala, Robert Mugabe y un listado internacional interminable son algunos ejemplos de este tipo: hombres que se ha pasado toda la vida ganando dinero, obsesionados con hacerlo y con alardear de ello. Muchas veces la economía se amaña para favorecer a políticos y propietarios de activos, los rentistas, etc. al tiempo que se reducen los ingresos del trabajo mediante pauperización relativa (en términos del % que le correspondería por participación en la renta nacional o inflación) o absoluta mediante baja del salario, disminución de horas de trabajo, etc. 

Las reivindicaciones hechas en nombre de sistema im-perante han sido corrompidas para construir un sistema radicalmente distinto de lo que sostienen sus partidarios. 

O se proclama su creencia en los ‘mercados libres’ y quieren que nos creamos que las políticas económicas los están ampliando. O se crea un estado benefactor de ellos mismo con sus compromisos con las grandes empresas o consorcios económicos. En la actualidad tenemos el sistema de mercado menos libre que se haya creado nunca. Es profundamente corrupto, porque sus líderes afirman que es lo contrario de aquello en lo que se está convirtiendo.
Definir la corrupción requiere examinar una carga ideoló
gica hegemónica de la que no siempre hay conciencia. Las fuerzas dominantes definen lo que es y no es corrupción, y califican a quienes son y no son corrompidos.

Ya Aristóteles, en La política, se refería a “la corrupción de los gobernantes que se reparten entre sí la fortuna pública contra toda justicia...” 

 El capitalismo de nuestro tiempo es un sistema altamente organizado, la irracionalidad del sistema es cada vez más notoria, no sólo por opresiva y depredadora sino por autodestructiva. Y en el conjunto del proceso se encuentra, como hemos visto, el fenómeno mayúsculo de la corrupción.En el liberalismo (o en el Neo) se la analiza sobre todo como un delito relacionado con el gobierno y “el sector público”, con los funcionarios del estado social y nacional, y con los representantes de los trabajadores, pueblos y ciudadanos. Limitan sus acusaciones a lo que “la ley” define como corrupción sin relacionar las causas de esa delincuencia con el sistema de dominación y acumulación capitalista, ni con sus actuales políticas de globalización neoliberal.
Intentaremos describir, aunque conocido y sufrido, el tema de la corrupción, uno de los males del mundo.

La comercialización de la política, la transformación de
los candidatos en venta de mercancías que se anuncian, la reducción de la oposición legal a “grupos de presión”, los altos y escandalosos sueldos de diputados, senadores, jueces de la Suprema Corte de Justicia y funcionarios públicos, corresponden a la privatización de los representantes populares y de los tres Poderes de la Nación, fenómeno que reaparece a nivel mundial con los de la Banca Mundial y el Fondo Monetario Internacional, cada vez más como los verdaderos soberanos de las políticas nacionales e internacionales. Apañados por los conglomerados económicos, militares con una red de compleja de potencias y naciones asociadas y subordinados, o abiertamente sometidos. 

 La lucha por los derechos humanos, contra el narcotráfico y contra la corrupción, refuerzan parecidas funciones: legitimar al Estado privatizado por su continuo empeño en “defender una constitución, un país y un destino”, que lleva al triunfo de “la Civilización Occidental”. Marx observó que “las pasiones más violentas y misera-bles de los seres humanos son las furias del interés personal”.
 

Resumiendo: Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son:
* El uso ilegítimo de información privilegiada y el patroci
nio;
* El tráfico de influencias, la evasión fiscal, las extorsio
nes, la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el latrocinio.

 * Enriquecimiento ilícito. Sobreprecios, sobrefacturación y subfacturación en comercio exterior, licitaciones “arregladas”. 

 * Lavado de dinero 

 * El Soborno, propina, evasión, malversación, extorsión, chantaje.

 * Cooptación: de militares, policía, políticos, líderes sin-dicales o sociales que se vuelven empresarios. Luego, lo que antes caía en el eje de la corrupción deja de ser corrup-ción y quien era criminal y andaba en busca de apoyos del Estado se vuelve parte del Estado. Así pueden legalmente
promover empresas civiles y militares, financieras y mer
-
cantiles, con medidas oficiales abiertas, que antes eran en
-cubiertas. 

La Justicia, salvo raras excepciones forma parte de este juego.

 * Apropiación indebida: robo, especulación, fraude, ocul-tamiento y declaraciones erróneas. 

 * Culto a la personalidad 

* Nepotismo: es la preferencia que tienen algunos fun-cionarios públicos para dar empleos a algunos familiares/amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza. 

* Acoso, discriminación, favoritismo y protección
* Privilegio sobre determinas cosas o acciones, falsifica
-ción, ineptitud.

 * Trabajo forzado, esclavitud, explotación infantil, de mi-grantes y de mujeres (prostitución, remuneraciones des-iguales, etc. 

* Prácticas depredadoras, prepotencia, impunidad, obs-trucción de la justicia, destrucción del medio ambiente, etc.
* Narcotráfico consentido o asociado

 

Mientras tanto la ciudadanía, en general, permanece al margen, sin su participación, de todo este esquema de “democracia”.

 Sin control de organismos populares en ayuntamientos, intendencias, gobernaciones provincias y en el estado nacional, su erradicación será inalcanzable.