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lunes, 21 de septiembre de 2020

¿Podemos pronosticar que va a pasar después de la Pandemia?

Es una pregunta muy difícil de contestar, pero podemos ir aproximando algunos datos o ideas.

Hay un porcentaje muy alto de problemas en la cadena de pagos. Según algunas estimaciones, muy variadas las ubican entre un 50 y un 90% de dificultades., que se refleja además en la cantidad de cheque rechazados  que hay en los bancos. No tengo cifras, porque varían todos los días pero son millones de pesos que finalmente, están en el aire.

Un 20% de las Pymes se presentaría en concurso, esto equivaldría a 25 Billones de p esos como mínimo, es decir 6 veces la totalidad de los depósitos bancarios.

La recaudación pública cayo a niveles bajísimos como nunca antes, pero el gasto público aumento mucho más (subvenciones de todo tipo,  pago de sueldos a las empresa, compra de medicamentos, mejoras en los hospitales, insumos de distinto tipo, etc.).  Y dado que no le queda al gobierno muchas herramientas a las cuales acudir, lo hace con  emisión de moneda.

Claro que por otra parte hay un aparato burocrático estatal monstruoso, que se recrea con cada gobierno. Una racionalización del gasto público sería necesaria,  pero no en los lugares que son estratégicos para la ciencia, la educación, y la salud y el desarrollo. No hablemos de sostener a los sectores con mayores dificultades porque eso no es negociable. El Estado debe sostener de cualquier manera a los mismos, pero sin creación de empleos, es muy difícil pedir algo a cambio (trabajos), por lo tanto el gasto debe recaer sobre la población con mayores recursos.

El  llamado impuesto a la riqueza  es una alternativa que se está utilizando en muchos países y debe ser objeto de una política específica  de redistribución. Hay países cuyos integrantes del Estado, han bajado sus sueldos, en algunos casos voluntariamente y en otros por decisión política de cada Gobierno.

El crecimiento del desempleo en todos los países es tremendo, no hablemos de EEUU donde ya suman más de 39 millones, con un presidente impredecible que toma  hidroxicloroquina  preventivamente (locura, ignorancia, autosuficiencia  ¿???).

El incremento del hambre será mayor en el mundo pero pegará más en los países subdesarrollados, que sólo puede paliarse con ayuda alimentaria, ya que casi 4000 millones de habitantes del mundo están bajo la línea de pobreza. El hambre también está en los llamados países desarrollados  como EEUU, Italia, España, Alemania, Holanda, Inglaterra, etc.

Es decir que ésta crisis afecta a todos pero mucho más a los sectores sociales más bajos, ensanchando la brecha con los sectores privilegiados (privilegio quiere decir que están en mejor posición y nadie los toca).

Encima nos toca lidiar con maldita deuda externa y eterna., que a esta altura es de destino incierto en su forma de arreglo con los acreedores.

Hay otra pandemia peor que se adosará  a la actual, la de la pobreza, la desigualdad, la miseria y la falta de educación.

Según datos de UNICEF a fin de año las proyecciones indican que en Argentina 6 e cada 10 niños estarán en estado de pobreza o sea 2,5 millones de niños y adolescentes, es decir 0.7 millones que en 2019 por el coronavirus.

Hoy ya hay casi 6 millones de infectados en el mundo con casi 400.000 muertos. En realidad muchos países están ocultando datos falsos de la pandemia (EEUU) o por deficiencias en la recolección de datos  Se suponen que hay un 50% más.

Esto traerá como consecuencia, a futuro, formas distintas de urbanización (para evitar los hacinamientos o mayor proximidad entre las personas o grupos) y descentralización urbana y en las  políticas de los centros productivos, del trasporte, erradicación de barrios vulnerables con traslados o mejoramiento de las condiciones de hacinamiento ya que terminan impactando en toda la población, etc.

Habrá cambio de hábitos, mucho teletrabajo, eliminación de las grandes oficinas,  menos cines y teatros que se podrán ver en forma virtual y la gente ya se habitó, etc.

Por otra parte, como dice Eduardo Galeano (Patas Arriba): “La clase media está asfixiada  por las deudas y paralizada por el pánico, y en el pánico cría a sus hijos. Pánico de vivir, pánico de caer, de perder el trabajo, la casa, las cosas y no llegar a tener lo que debe tener para llegar a ser”.

Mientras,  Soros (el magnate) dice: En primer lugar, lo mejor es gastar el dinero para evitar que la gente se quede sin trabajo. Los Estados ahorrarán un dinero que de otra forma tendremos más pronto que tarde que gastar en desempleo y asistencia médica”. Ese trabajo ser más rayano a la esclavitud que al desarrollo.

Se habla de si la recuperación post pandemia será en V, U o W, es decir picos de  depresión y picos de crecimiento. Pero la verdad es que la brecha entre países será cada vez mayor, porque siempre los países desarrollados la exportan a los subdesarrollados.

¿Será posible vivir en paz en este mundo cuando hay decenas de empresas privadas que sin guerra no pueden tener rédito? O el capitalismo necesitará de ella para superar esta etapa.

Finalmente, no importa cómo será esa recuperación, pero si podemos decir que estaremos en un mundo distinto y que “La economía deberá estar al servicio del mercado o de los pueblos”.

Quizás nos animemos a tener la última palabra en ésta elección……

Lic. Rubén N. Bozzo

    Rnbozzo@yahoo.com (comentarios o sugerencias)

 

 

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