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viernes, 1 de septiembre de 2023

Qué son los politicos? Art. La voz de Castelar Sept.23

 

Hace tiempo atrás, en la Revista Viva de Clarín, un lector preguntaba al Dr. Abdala: dado que estamos tan mal como país y sociedad, si los políticos no saben gobernar, sólo les interesa el poder y la plata o si están mal dela cabeza.  Al mismo tiempo se preguntaba si sería conveniente o imprescindible que antes de acceder o asumir un cargo, el político se sometiera a un estudio psicotécnico serio y riguroso.  

La pregunta conlleva a reflexionar por qué, en este caso Argentina, alguien en su sano juicio, quisiera ganar elecciones para “salir adelante como país”, mejorar el nivel de vida de la población, desarrollar el país que nos merecemos, mejorar los salarios y las jubilaciones, bajar la inflación, tener una mejor educación y salud para la población, etc.

Alguien cree que algún partido político podría ganar elecciones diciendo lo contrario. Casi todos nos han mentido, prometiendo cosas que, salvo ingenuidad política mediante, se sabía que no podrían cumplir.

Así, casi todos plantean ideas progresistas, y falsos nacionalismos, de lo contrario no podrían conseguir adhesión popular.

Hay quienes prometen el summun de la libertad. Qué significa esto?. Marcos Ana decía “estar en libertad no significa estar libre”

¿Pero qué es lo que anima a enfrentar estos políticos un desafío semejante?  Creando inclusive seguidores fanáticos que la razón no entiende.

Así pueden surgir figuras autócratas como Trump o el nicaragüense Ortega devenido en traidor de la revolución Sandinista, por citar solo dos ejemplos de una larga lista.

Es posible que haya gente honesta y quiera realmente modificar en serio las cosas y lograr un país más justo para la mayoría de la población, pero pueden realmente hoy y dadas las circunstancias mundiales llegar a realizarlo.

Cuántos políticos se prestarían a realizarse un psicotécnico y un psicofísico  para saber si están mentalmente y fisicamente en condiciones de gobernar, tolerar presiones, lobbies, problemas sociales, etc. (Ej.  Biden está física o mentalmente bien para gobernar un país o es un títere que representa determinados intereses y están dispuestos a sostenerlo mientras les sea útil.

¿Cuántos políticos están realmente limpios de haber hecho fortunas sin el pecado de la corrupción, o de denunciar sus riquezas en el país o en el exterior?

Cuantos están dispuestos a no caer en el nepotismo, o en la sociedad de amigos para intercambiar favores.?

Bertran Russell hablaba de la “Embriaguez del poder”.

  Quién es capaz de hacerse una autocrítica publica por errores cometidos y no solo pedir disculpas sino volver hacia atrás?  ¿Quienes piensan en las consecuencias trascendentes en la vida de los ciudadanos que gobiernan?

¿Quién deja la arrogancia de lado, la obsesión por su imagen, por lo que dicen las encuestas, por la desconsideración de las críticas, por la pérdida del contacto con la realidad (cuantas veces se les ha preguntado a un político cuánto vale un litro de leche, un kilo de pan o una garrafa y pudo responder bien) o creer que su enfoque es el único valedero?

¿Quién puede dormir frente a la falta de conciencia de sus carencia o fracasos?

¿Cuántos políticos pueden sustraerse a las redes de la corrupción o a los lobbies empresarios?

“Votar cada cierto tiempo no te hace libre cuando tienes que regresar a casa de tus padres, sin trabajo y con 30 años, abandonado e impotente, porque te falta el dinero para pagar el alquiler de un piso” o las ilusiones son más venenosas que los pesticidas”. Almudena Grandes.

La valentía solo resulta útil cuando se negocia con la realidad.

Con todas estas incógnitas estamos impelidos a optar por alguien en una votación, con la esperanza puesta en algunos que dicen representarnos, pero que en la realidad los pueblos, en general, han visto frustradas sus esperanzas de un futuro mejor.

El mayor peligro es que prospere, en estas condiciones, el fascismo.

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