Este artículo te va a sorprender. Cuando llegues al final entenderás lo que se viene.
Muchas veces nos preguntamos, porque la sociedad está en estado de anomia, no participa, no toma posiciones firmes, y están despechados, de la política y de los políticos. He aquí algunas repuestas:
Hay despechados de la política por diversas razones, entre ellas:
- Porque no lograron obtener el éxito o el cargo que deseaban en la política. Muchas personas se involucran en el ámbito político con la esperanza de obtener algún beneficio personal, ya sea económico, de poder o de prestigio. Cuando sienten que no han podido lograr sus objetivos, se sienten frustrados y desencantados.
- Porque se sintieron traicionados o engañados por algún político o partido. En la política, las promesas y compromisos son una herramienta común para obtener apoyo y votos. En ocasiones, los políticos no cumplen lo que prometieron o cambian de opinión en temas de importancia, lo que puede generar decepción y enojo en quienes los apoyaron.
- Porque no están de acuerdo con las decisiones o acciones de los políticos en el poder. Cuando se tienen ideales políticos o valores fuertes, es común sentir descontento o frustración cuando las autoridades van en contra de ellos. En algunos casos, este descontento puede convertirse en desencanto y rechazo hacia la política en general.
- Porque han sufrido algún tipo de injusticia o abuso por parte de autoridades políticas. Cuando los ciudadanos experimentan algún tipo de violación a sus derechos o abuso de poder por parte de autoridades políticas, es natural que sientan desconfianza y resentimiento hacia la política en general.
El descontento y desencanto con la política incluyen:
1. Escucharlos: Es importante dar espacio para que las personas expresen sus preocupaciones e insatisfacciones con la política. Al escuchar sus puntos de vista, podemos comprender mejor sus perspectivas y preocupaciones, lo que puede ayudar a generar soluciones.
2. Promover la educación cívica: Una de las maneras de mejorar la política es fomentar una ciudadanía bien informada y comprometida. Esto implica educar a las personas sobre los procesos políticos, el impacto de las decisiones y acciones políticas, y la importancia del voto y participación activa en la sociedad.
3. Fomentar la transparencia y rendición de cuentas: La política puede mejorar si hay una mayor transparencia y responsabilidad de las autoridades. Esto significa que las decisiones políticas deben ser más transparentes, explicadas claramente a la ciudadanía y las autoridades deben ser responsables de sus acciones.
4. Luchar por cambios significativos: En algunos casos, el descontento con la política puede ser una señal de que se necesitan cambios fundamentales en el sistema político y social. Por lo tanto, puede ser necesario luchar por cambios significativos que aborden los problemas subyacentes que están causando la insatisfacción y el desencanto. Es decir, cambios que son importantes y profundos en la estructura política y social. Estos pueden incluir acciones como la reforma del sistema electoral, la reducción de la corrupción, la protección de los derechos humanos, la mejora de las condiciones económicas para las personas, y otros cambios que aborden las causas fundamentales del descontento y el desencanto con la política. Estos cambios son significativos porque tienen un impacto duradero y de gran alcance en la estructura y dinámica de la sociedad.
Almudena Grandes es una escritora comprometida con la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos. En sus obras y en entrevistas, ha hecho numerosas críticas hacia los regímenes autoritarios y totalitarios, incluyendo el fascismo.
En cuanto a la situación política actual ha expresado su preocupación por el auge de partidos políticos de extrema derecha que presentan claras similitudes con el fascismo y ha advertido sobre los peligros que puede representar para la democracia y los derechos humanos el fortalecimiento de este tipo de políticas. Grandes afirmó que "Las únicas defensas frente al fascismo son la memoria y la justicia", y llamó a la sociedad a estar alerta y a apoyar firmemente los valores democráticos.
Almudena Grandes, al ser diagnosticada con cáncer de colon el mes de septiembre de 2020, empieza a darle a sus notas la forma de una novela, que situó en un futuro distópico, pero bastante probable, entre 2034-2035, sobre una dictadura y una resistencia futuras que han desfigurado cualquier verdad en una era de pandemia.
El Gran Capitán, es un exitoso empresario español que, al percatarse de que cualquier sentimiento de solidaridad podría acabar con su imperio capitalista de ganancias casi ilimitadas, pone en marcha, de la mano de una eficiente mujer – Megan – un nuevo partido político llamado “Movimiento Ciudadano ¡Soluciones Ya!” (MCSY) que, ante el desprestigio de los políticos y la caótica situación creada por las instituciones y vociferada por los medios de comunicación, gana las elecciones presidenciales.
Tras la alarma de una ola de vandalismo – creada por el mismo partido – tras una campaña consciente para que la sociedad le pierda el respeto a la política, las instituciones y los medios de comunicación, y tras un Gran Apagón en donde España se queda sin Internet, estimulará un modelo de gestión del Estado inspirado en la eficiencia empresarial: el Consejo de Ministros, del cual será la cabeza, funcionará como un consejo de administración cual si el país fuera gran supermercado, su jefe de campaña, Megan García, será su CEO o Jefe de Gabinete, y un comunicador avezado – Carlos Alcocer – derogará la Constitución, disolverá la Policía Nacional y la Guardia Civil para crear un Cuerpo Nacional de Vigilantes y disemina o destierra a los activistas potencialmente molestos en los pueblos de la “España vaciada” o en otros países. Y hasta exterminará a todas las mascotas con la excusa de que expanden las pandemias.
Así las cosas, tomará una serie de medidas extraordinarias incentivando la libertad de compras y consumo en las condiciones que el gran capitalismo determina – con la justificación de que con este nuevo modelo “todo va a mejorar” – de ahí el título de la novela. El Gran Capitán bajará los impuestos directos, establecerá un salario mínimo básico, establecerá subsidios de desempleo, disolverá por decreto las ONG para reemplazarlas por un servicio voluntario estatal para reavivar lo rural, endurecerá las normas contra los migrantes, y obligará a los dueños de empresas y tierras a ceder al estado, por al menos 15 años, su producción para convertir al estado español en una empresa privada.
Los pilares del gobierno serán la Gran Terapia y la Seguridad. Todos los ciudadanos tendrían forzosamente, por salud mental, acceso a psicoterapeutas del estado que se encargarían de alinearlos por la senda correcta y de evitarles la sensación de soledad. Y drones vigilarían toda la ciudad, para encargarse que, durante las sucesivas pandemias la población se comporte de manera controlada y segura.
Sin embargo, surge un valiente grupo de mujeres y hombres modestos, seres humanos tan corrientes que no llegan a ser siquiera principiantes de héroes, logran armar una resistencia en forma de evocación a una evocación de aquellos guerrilleros (en este caso) de la guerra civil española, para sacar del poder al Gran Capitán.
Estos integrantes tratarán de dejar al descubierto las mentiras del nuevo régimen en el que todo parece mejorar, cuando en realidad se vive bajo el populismo autoritario de una extrema derecha que, creará virus físicos y digitales para mantener el control.
Observe a través de la trama, cómo la política de hoy hace que, por ejemplo, jefes de gabinete o consejeros presidenciales o secretarios privados, o comunicadoras digitales, sean más importantes que el candidato o el presidente mismo. Los malos de más abajo en la jerarquía, cometen crueles asesinatos en pro del mantenimiento del régimen.
Es necesario imaginar el futuro para entender los problemas y, sobre todo, los peligros del presente.
El libro es la forma en que la autora respondió literariamente a los sucesos de la pandemia, pero también la forma en que ha respondido una sociedad, muy desagradable e insensible, llena de gente indiferente al sufrimiento de los demás, sumida en el espejismo de hiperconsumismo y materialismo, en desmedro de los derechos humanos.
Al final, el protagonismo se lo lleva la bondad de la existencia: se gane o se pierda, nunca hay que renunciar a las convicciones.
El tema es que en realidad plantea la problemática del sistema capitalista, que no puede o no quiere dar respuestas a las injusticias sociales y acude a estos métodos para mantener el poder de unos pocos.
Este artículo ha sido generado por Generado por la aplicación AI Chat para Android en base a preguntas formuladas.