Este será un espacio de intercambio sobre problemática de las PyMes y ONGs orientado a directivos e investigadores sobre las dificultades y aciertos de estos sectores de empresas para apuntalar su éxito.
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domingo, 28 de febrero de 2021
Problemática de la Pyme familiar. Artículo en La Voz de CASTELAR. MARZO 2021
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LA VOZ DE CASTELARCASTELAR Rubén N. Bozzo
Opiniones y sugerencias: rnbozzo@yahoo.com
Ya hemos visto oportunamente la diferenciación entre emergencia, urgencia y crisis. Los términos de emergencia y urgencia los podemos asimilar a la medicina. Urgencia es algo que es muy importante, perturbador, que conlleva peligro; es algo que debe solucionarse dentro de ciertos límites de tiempo, porque de lo contrario si su solución se extiende más allá del cortísimo plazo, puede ser mortal. Desde el pun-to de vista médico una urgencia es una patología cuya evolución es lenta y no necesariamente mortal, pero que debe ser atendida en un corto lapso para evitar complicaciones mayores y/o serias. Por otro lado, una emergencia es una situación que pone en peligro inmediato la vida del paciente o la función vital de un órgano. El problema ya está y no admite dilación de tiempo. Emergencia necesita una resolución rapidísima. Por eso es que en las obras sociales o prepagas, o cual-quier institución de salud, hay un teléfono que es para emergencia y otro para urgencias. Si uno tiene un infarto es una emergencia y tiene entre 20 ́y 30 ́para que lo puedan salvar. En cambio, una operación de corazón puede ser urgente, pero puede durar sin atenderse un corto plazo antes de que devengan consecuencias graves. A lo mejor una semana, quince días o más. Las dos se relacionan con la crisis. La cri-sis es cuando todo el sistema funciona mal a causa de la emergencia y de la urgencia no resuelto. Obviamente cada una tiene sus causales o elementos contingentes. Cuando se produce una crisis, hay que atacar muchos frentes al mismo tiempo y es difícil priorizar por esas mismas razones, pero no cabe duda que tenemos que realizar esa tarea, sin postergación.El empresario PYME tiene que saber diferenciar estas etapas y sobre todo para saber cuánto tiene en su “mochila de capital propio”, como para poder aguantar esta larga pandemia que no termina, y que no terminará en este año. Lo dicho se basa en las expresiones de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), epidemiólogos y expertos que señalan que vamos a tener que convivir con el COVID y sus mutaciones durante bastante tiempo, quizás años. Entonces acá lo importante, para las PyMEs, es tener una visión panóptica de la situación. Panóptica es tener una visión tipo helicóptero, es decir, que uno ve las cosas desde una perspectiva general, muy global de todo lo que está pasando y los fenó-menos, en forma interrelacionada. Teniendo esta visión, uno lo que puede hacer es visualizar con la mirada retrospectiva, actual y prospectiva, tomar decisiones objetivas, eliminado los vicios del subjetivismo. Y por lo tanto un devenir con mayor grado de certidumbre. Adquiere acá un papel importante el tema de la adaptación activa, tema que lo hemos obtenido de las enseñanzas de Pichón Riviere, es decir, de hacer lo máximo que se pueda con los recursos que uno que uno tiene. En este sentido, decimos que uno tiene que ser flexible, pero tiene que apostar fuerte a sus fortalezas y a los recursos que posee y que debe cuidarlos con mucha solicitud. Asimismo, como ya hemos visto en otra oportunidad, la agnotología, que es la ciencia de sembrar el engaño, hoy está fuertemente establecida en la sociedad a través de los distintos medios de difusión, de todas las infor-maciones que dan los gobiernos, las distintas instituciones oficiales y no oficiales, consultoras, agencias de marketing, etc., donde cada información que se da se contrapone con otra que esgrime, quizás, fundamentos igual-mente válidos como la otra posición. Advertimos entonces que de repente hoy se toma una medida, mañana se cambia, se vuelve a tomar otra. Y en ambas siempre hay una frase desde el punto de vista que, desde la semiología como diría Foucault, trata de fundamentar que lo que se hizo anteriormente está bien y lo que se está haciendo ahora es mejor. Y los que tienen otra mirada o posición, hacen lo mismo. Pero en realidad estamos viendo que son dos cosas antagónicas, opuestas.*La semiología se encarga de todos los estudios relacionados al análisis de los signos, tanto lingüísticos (vinculados a la semántica y la escritura) como semióticos (signos humanos y de la naturaleza).¿Cómo hace el empresario Pyme para diferenciar lo que es verda-dero de lo que es falso? Esto requiere mucho cuidado, porque tomar de-cisiones con este estado de cosas, de ambigüedad, la empresa no sabe en qué información basarse para concretarla. Verificamos, en este sentido, especial connotación para las empresas PYME por estar un poco en la cresta de la ola, ya que esta pandemia ha creado situaciones donde, como ya hemos dicho anteriormente, pasamos de cosas importantes a las banales. Se trata al fin, de diferenciar las cosas importantes o problemas de las dificultades. Repetimos que una dificultad es algo que se puede superar prestando un poco de atención, dedicando un pequeño esfuerzo pero resolviendo en el corto plazo, La acumulación de dificultades, trae como consecuencia el problema y la acumulación de problemas, la crisis. ¿Qué pasa entonces en la empresa familiar PYME?Lo que podemos advertir en los últimos tiempos, en las empresas en general, en toda la sociedad, pero básicamente en las empresas pymes familiares, es que se dan distintas situaciones, algunas de las cuales describimos a continuación: La violencia doméstica, el incremento de conflictos entre parientes, es-pecialmente entre padres e hijos, entre hermanos y entre tíos y sobrinos. Provocada, en algunos casos, en la falta de acuerdos en la toma de deci-siones que deviene en problemas ulteriores para la empresa. Las causas pueden deberse a que se toman sin consenso o presión, o no hay acuerdos y por lo tanto se paraliza la toma de decisión. Por lo tanto la decisión viene como muy contaminada. Hay otras cuestiones que se han dado también dentro de la empresa familiar, para tener cuidado. Y es que ante el conflicto, algunos de los integrantes de los miembros de la familia, de la empresa fa-miliar proceden a vender sus acciones. O bien, ofreciéndolas directamente a cualquiera de los socios, o a sus propios familiares dentro de la empresa o fuera de la empresa, o a terceros. En algunos casos se ha dado que la venta de acciones se ha hecho a espaldas de los propios familiares y han sido vendidas a terceros que no tienen nada que ver con la empresa. Los demás socios o familiares se enteran cuando la decisión ya fue tomada. En este caso, según la parte del capital accionario que se haya vendido, pue-den llegar a perder la conducción o administración de la empresa y otros pasan a tener su gestión. Otro tema es importante es la emigración de algunos integrantes familiares más jóvenes en busca de nuevos horizontes o alternativas. Habida cuenta de que no hay en la empresa por efecto de la pandemia y por efecto de la economía, lo que se llama la “reproducción ampliada”, es decir, el suficiente incremento capital y de ganancia como para que la incorporación de los distintos integrantes de la familia o las generaciones que vienen, pue-dan tener un nivel de vida decoroso. Si no es así, el reparto de ganancias o salarios se ven afectados a límites no razonables frente a los que tenían habitualmente. Más miembros se incorporan y más ganancias se necesitan para seguir con un nivel de vida aceptable para todos los miembros del grupo familiar a riesgo de reducir su nivel de vida. No quiero dejar de decir que hay un fenómeno de nigromancia en muchos casos u ocultismo dentro de la familia donde termina aflorando la falta de confianza en el otro. Se levantan sospechas porque alguno del grupo familiar se compra otra casa, o cambia el auto, etc. Resuenan entonces preguntas como: ¿de dónde sacó la plata, estará haciendo negocios por su cuenta con la empresa? etc. Esta nigromancia causa estragos y se cae en desconfianza total. Ahí tallan los cónyuges de cada uno. Y entonces uno puede escuchar expresiones o mensajes sinrazón: “viste lo que se compró tu hermano, cómo hizo para comprarse esa camioneta, para comprarse el otro departamento”, “Seguro te están robando”. Allí comienza la desconfianza destructiva.
Lo tengo visto en varias empresas familiares. Quiero recomendar dos películas a los que tengan empresa familiar, para que las discutan, para que las vean, puedan reflexionar y para que to-men las problemáticas que allí se presentan como base importante para la resolución de posibles conflictos: “El hijo de la novia (protagonista principal Darín), 7años (Netflix). Hoy, en función de todo esto “El protocolo familiar” pasa a ser una herramienta fundamental para pensar a futuro la empresa y los posibles conflictos que puedan surgir más adelante y vigencia en esta etapa especial para diseñarlo.*En mi libro Digital: “Gestión de PyMEs en tiempo de COVID19”, podrán encontrar temas pertinentes.Lic. Rubén N. Bozzo - rnbozzo@yahoo.com