Introducción
En la economía mundial se observan, en los últimos 30 años, claras tendencias hacia la internacionalización de los negocios y los mercados de capitales, la liberación del comercio, el intercambio entre grandes bloques regionales y cierto desplazamiento del centro del comercio mundial desde el Océano Atlántico hacia el Pacífico. Estos cambios devienen en permanente reestructuración industrial y reorganización en estructuras productivas más flexibles y descentralizadas, pero con una característica que inquieta, la concentración más grande de toda la historia de la humanidad.
La concentración es un fenómeno intrínseco al sistema capitalista, y se manifiesta con más intensidad a través de sus crisis periódicas.
La concentración de capitales implica una mayor reunión en una misma unidad productiva (empresa) de medios de producción y fuerza de trabajo, es decir un aumento de la dimensión de las empresas, lo que deviene en monopolios a través de la mayor cantidad de capital invertido. La concentración de capitales implica la desaparición del mercado de las empresas más débiles, reduciendo su cantidad, pero no el volumen de capital total. Este fenómeno va acompañado simultáneamente de otro, relacionado con la forma de propiedad, la centralización del capital. Esta centralización se expresa en la puesta bajo una misma dirección de capitales existentes, y puede resultar del acuerdo entre distintas empresas o por la absorción por una de ellas a través de la adquisición de la mayoría del capital accionario (no es necesario el total), son las llamadas corporaciones.
En la lucha competitiva se imponen quienes poseen mayores recursos, es decir, nuevos instrumentos de producción, mejores técnicas, mayores volúmenes de producción que reducen los costos. Ello es un gran perjuicio para las PyMEs, que son llevadas a situaciones críticas hasta su desaparición, o se incorporan a la constelación de contratistas y subcontratistas que vegetan o se desarrollan a la vera de los monopolios o grandes empresas y sirven de intermediarios menores.
El crédito es otra fuente de centralización, ya que se transforma en un instrumento de control por parte de quienes disponen de dinero.
La crisis económica de los últimos años (2008/11) así lo demuestra. Los individuos de fortunas superiores al millón de dólares en efectivo que incrementaron su riqueza en un 10% solo en el año 2010, suman 11 millones en todo el mundo. Todo ello en medio de la crisis económica más grande de la historia, que arroja millones de personas a la calle, se cancelan los planes sociales, se compromete el futuro de la juventud (cerca de una cuarta parte de los niños en el mundo sufren de insuficiencia ponderal, o sea que tienen un peso por debajo del mínimo considerado saludable), se pulveriza la economía de bienestar y empobrece aún más las grandes masas de la población mundial.
El reverso de la moneda son los “planes de ajuste” que se impusieron alrededor del mundo, siempre a costas de los sectores de clases medias y bajas que son quienes terminan pagando la crisis del sistema. En todo el mundo, los ricos que superan los 30 millones de dólares y que representan el 1% de los 11 millones, son responsables del 36% de la riqueza total de ese universo selecto. El 53% de los más ricos viven en EE.UU, Japón y Alemania.
Todo ello empuja a los sectores empresarios a mejorar permanentemente su eficiencia. Esta constituye hoy un actor principal para el sostenimiento en el tiempo de la vida empresaria. Debemos diferenciar la eficiencia individual, que es responsabilidad de cada uno, y la responsabilidad social que es la que deberían tener los distintos gobiernos en función de crear condiciones para que haya sociedades más justas, equitativas y armónicas desde el punto de vista del desarrollo.
En un futuro proceso de desarrollo continuo, las PyMEs, por sus características, pueden cumplir un papel importante. Para ello necesitan contar con elementos dinamizadores del acceso a la tecnología, al crédito y la absorción del costo social del ajuste por medio del Estado, por lo que será necesario implementar políticas oficiales enmarcadas en planes de desarrollo sostenibles en el tiempo, con sentido estratégico.
Ejemplo de Argentina
Si tomamos como ejemplo el de Argentina, podemos decir que es un país rico, de pequeñas y medianas empresas, y este universo es el que proporciona empleo a la gran mayoría de sus habitantes, sin embargo la educación en sus distintos niveles no se vincula aún con las necesidades laborales, por lo que exige a los empresarios un esfuerzo mayor para enfrentar este déficit ya que la desaparición de las Escuelas Técnicas (durante la década del 90 principalmente) hace que no haya provisión de mano de obra especializada en cantidad suficiente.
En el plano de Argentina, el papel de las PyMEs en la estructura industrial deja paulatinamente de tener incidencia cualitativa y cuantitativa, para conformar una parte integrada a los polos concentrados de poder y no una alternativa de organizaciones productivas insertas en un plan estratégico nacional.
¿Cómo puede ser que siendo por su extensión y riquezas naturales el octavo país del mundo, no se haya podido generar un desarrollo que de bienestar a todos los habitantes? ¿Qué factores se han interpuesto en esa ruta? Preguntas destinadas buscar su génesis.
Hay que resaltar la importancia de que las PyMEs tienen en la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo, dada su capacidad de adaptarse a los cambios tecnológicos y de generar empleos, representando un elemento básico de la política redistributiva de ingresos hacia los estratos sociales bajo y medio.
Las iniciativas, acciones directas y políticas referidas a PyMEs se gestan y nutren en un marco histórico-social-económico. Un proceso progresista de cambio, en este sentido, permitirá la cristalización y dinamización de éstas a partir de la reconversión de la organización de la producción, del rediseño de los gastos y subsidios públicos, que debe ir más allá de las declamaciones políticas, para convertirse en verdaderas decisiones concretas de políticas estratégicas para el sector.
Argentina, como hemos dicho, ha estado viviendo un proceso de concentración (básicamente proveniente de la época menemista en la década del 90), quizás el más grande de su historia, en el marco de una desregulación premeditada, la apertura indiscriminada que afectó de muerte a la empresa nacional y a las del Estado.
Esto provocó el ocaso del Estado como ente administrador y regulador del desarrollo, que produjo en las PyMEs una situación de cambio tan grande que movió o mueve a este sector a buscar nuevas oportunidades, formalizar alianzas de todo tipo, innovar, reducir sus costos fijos, tercerizar, etc., para poder sobrevivir y/o expandirse.
Se debe agregar que cuanto más pequeñas son las empresas, menor es el acceso al crédito y generalmente mayores son las tasas del mercado.
El rápido cambio en el mundo de los negocios al que ya hicimos mención, y al que rápidamente hay que adaptarse, lleva a la necesidad de modificar el perfil del empresario tradicional, quien debe agregar a su usual creatividad, capacidad de innovación e iniciativa, una gestión profesional, constancia y sistematicidad, con una visión estratégica de su empresa inserta en un mercado cambiante y exigente.
Ante este panorama los empresarios se debaten en las siguientes alternativas:
- Asociarse estratégicamente con la competencia o concertar con ella estrategias comunes.
- Especializarse en lo que se es fuerte y se tiene alguna ventaja estratégica (por ejemplo, en la producción de un artículo determinado).
- Transformar su empresa en una asociación comercial con clientes y/o proveedores.
- Ganar mercado a través de políticas más agresivas, desarrollando una estrategia de crecimiento.
- Analizar profundamente cómo incrementar la eficiencia, bajando los costos y admitiendo una tasa de rentabilidad acorde al mercado.
- Reestructurar la empresa para lograr esta posibilidad.
- Acceder al comercio internacional.
- Buscar nuevos socios que sinergicen la empresa y que tengan o puedan complementar capacidades (por ejemplo, en la comercialización).
- Cambiar de rubro, lo que implica abandonar lo que se estuvo desarrollando durante muchos años.
- Cerrar su empresa y liquidar lo que le queda para sobrevivir, esperar una coyuntura favorable que le permita reiniciar alguna otra actividad, trabajar como dependiente. Vender su empresa, si encuentra comprador, ante una oferta razonable o asociarse con el comprador.
Relación de la administración con otras ciencias
Para investigar científicamente un proceso, se ha de estudiar no ya los elementos aislados, sino las acciones e interacciones de los elementos entre sí; no las propiedades de procesos independientes sino las propiedades de totalidades.
Cuando estudiamos una estructura analizaremos una malla de relaciones entre elementos o entre procesos elementales, su unidad, concatenación y posibilidades de pronosticar su desarrollo, descubriendo las leyes internas que lo condicionan.
Si se quiere analizar parcialmente los hechos sin relacionarlos con el todo, dicho análisis carecerá de fundamento científico, cayendo en el “cientificismo”, es decir en una percepción sesgada de la realidad y del marco social que rodea el hecho. “La verdadera ciencia no consiste tan solo en reunir hechos, observar y experimentar, sino también en clasificar, interpretar y sintetizar. La ciencia no solo debe indagar los rasgos y las condiciones de un comportamiento, sino que también ha de encontrar el significado de ese comportamiento y, más aún, establecer qué valor tiene”.
La administración estudia el arte de dirigir, de gobernar y su objeto de estudio son las organizaciones, y comparando sus postulados con el de otras disciplinas podemos encontrar procesos comparables.
Por lo tanto si analizamos desarrollos de otras disciplinas, descubriremos pautas, elementos, leyes que desentrañándolas pueden servir para enriquecer nuestro conocimiento de la administración y su aplicación práctica.
Nuestra idea es comparar el comportamiento de los seres vivos con procesos de una organización, por lo tanto se trata de inducir al lector a que pueda visualizar aquellos como forma de aprendizaje, de reflexión, no de imitación.
Actividades comunes en los distintos tipos de sociedades
Si bien no es razonable interpretar las sociedades humanas como un calco de las sociedades animales, celulares, etc., porque “es imposible deducir de lo biológico el acaecer concreto social, todo lo que es humano en el hombre solo puede ser explicado por sus propias obras, del mundo que él mismo ha creado y que incesantemente transforma”. Pero sí es conveniente establecer relaciones a fin de “averiguar qué tienen en común y qué posee de peculiar cada una, siempre teniendo en cuenta que los hombres han hecho la sociedad, pero luego la sociedad forma a los hombres, liberándolos u oprimiéndolos”.
Además, hay un hecho que diferencia al hombre de otros animales: la autoconciencia, que es la resultante de un proceso histórico de maduración y socialización. El individuo es tal en tanto es social y ésta circunstancia impregna todas sus sucesivas determinaciones. “El individuo no puede “ser” sino alguien singularizado por el conjunto de las circunstancias sociales que acompañan su nacimiento y desarrollo. Y esas circunstancias son histórico-culturales: por ello, la naturaleza humana se muestra extremadamente plástica y variable”.
Todas las sociedades animales (incluida la sociedad humana) tienen ciertas actividades en común:
a.- La captación de alimentos, para la supervivencia.
b.- La reproducción, para la perpetuación de la especie.
c.- La coordinación, es decir, cierta integración entre sus miembros.
“En la colonia de células, por ejemplo, existe la división del trabajo, así como la de reproducción y crecimiento, cuyas tareas también están divididas. Descendiendo en la escala hasta llegar a la célula encontramos que es una comunidad de substancias químicas, que también poseen dichas funciones”.
El hecho de que todas las sociedades tengan estas actividades significa que es posible comparar una con otra y los métodos que utilizan para llevar a cabo dichas actividades, por lo tanto nos permite extraer algunas conclusiones.
Toda unidad viva desempeña estas tres actividades como una unidad, y la vida depende de esas actividades.
Aquí ya podemos encontrar alguna similitud con las organizaciones empresarias o de cualquier otro tipo: todas tienen un input (ingreso de materias primas, mercaderías, información, necesidades, etc.), y todas tienen en la salida de sus productos o servicios (output) la posibilidad de reproducirse en sus dos posibilidades, reproducción simple o ampliada que más adelante definiremos. Para ello es necesaria una buena coordinación entre los miembros que la componen y además sostenerse en el tiempo ante las amenazas del mundo externo (competencia, etc.). Allí estriba su dificultad para el desarrollo o supervivencia. Podemos asimilar, también, la definición de estructura ya vista al organigrama de una organización, es decir, una malla de relaciones complejas entre personas (elementos), su unidad, concatenación, coordinación, información, división del trabajo, etc., cuyo análisis permite pronosticar sus posibilidades de desarrollo, descubriendo las leyes internas que lo condicionan (mecanismos de autoridad, formas de comunicación, clima interno, eficacia y eficiencia, etc.).
Entre este input (entrada) y el output (salida) cada empresa, en su ciclo anual de producción, necesita reemplazar lo que ha sido usado o desaparecido de la actividad económica (materias primas, maquinarias obsoletas o desgastadas, etc.). Esta reproducción, que cada unidad de producción necesita realizar, no se produce dentro de la misma sino en otras empresas. El proceso de producción no es un proceso individual sino que es un proceso social, que manifiesta la relación existente, objetiva, entre todas las ramas de la producción. Precisamente es aquí donde puede advertirse si existen déficits o no en los diversos sectores de la producción.
El conjunto social puede dividirse en dos grandes sectores:
1.- Sector productivo de medios de producción; y
2.- Sector productivo de medios de consumo.
La diferencia fundamental entre ambos sectores estriba en que los del sector 2, desaparecen una vez utilizados en el acto de consumo y se reproducen mediante la utilización de productos del sector 1, mientras que los del sector 1 permanecen durante un tiempo en el proceso de producción y se tienen que reproducir a sí mismos.
La reproducción puede ser simple o ampliada según se limite a reproducir las condiciones materiales de producción anteriores o se agreguen nuevos bienes que posibiliten una mayor producción. Sólo en este caso último nos encontraríamos frente a una inversión neta positiva.
Simplificándolo mediante un ejemplo sencillo, diremos que alguien que tiene una máquina de tejer y al fin del ciclo útil de la misma su propietario solo puede reponerla en las mismas condiciones del origen del ciclo, estará en la fase de reproducción simple, mientras que si pudiera comprar dos máquinas o más durante ese lapso, estaríamos en la reproducción ampliada.
“El éxito de la lucha por la vida, depende del éxito de la obtención de alimentos. En las plantas, la fuente de energía es el sol. El animal debe buscar su energía comiendo plantas u otros animales, debe consumir protoplasma directamente. El hombre, por supuesto, entra también en el proceso”.
La cantidad de combustible es limitada y la competencia por obtenerlo es grande (petróleo, agua, alimentos, etc.). Una de las consecuencias de ello es que para evitar la competencia, se idean medios más eficientes para captar los alimentos y hay tendencias a buscar alimentos exóticos e indeseables. Por este motivo, entre los animales existen distintos tipos de alimentación: la ingestión de vegetales, carne, etcétera.
A nivel de empresas esto implicaría buscar nuevos materiales o materias primas, nuevos mercados, nuevos nichos, otras alternativas no transitadas, pues la competencia es alta y no hay lugar para todos.
“El hombre es un mamífero muy especial y desarrollado, también necesita las tres funciones antes mencionadas. También para su supervivencia depende de la coordinación y organización de la producción, pero tiene a su favor algo que lo distingue de los demás animales: la inteligencia, que unida al lenguaje le permite acumular conocimientos y transmitirlos”.
La reproducción puede ser simple o ampliada según se limite a reproducir las condiciones materiales de producción anteriores o se agreguen nuevos bienes que posibiliten una mayor producción. Sólo en este caso último nos encontraríamos frente a una inversión neta positiva.
Simplificándolo mediante un ejemplo sencillo, diremos que alguien que tiene una máquina de tejer y al fin del ciclo útil de la misma su propietario solo puede reponerla en las mismas condiciones del origen del ciclo, estará en la fase de reproducción simple, mientras que si pudiera comprar dos máquinas o más durante ese lapso, estaríamos en la reproducción ampliada.
“El éxito de la lucha por la vida, depende del éxito de la obtención de alimentos. En las plantas, la fuente de energía es el sol. El animal debe buscar su energía comiendo plantas u otros animales, debe consumir protoplasma directamente. El hombre, por supuesto, entra también en el proceso”.
La cantidad de combustible es limitada y la competencia por obtenerlo es grande (petróleo, agua, alimentos, etc.). Una de las consecuencias de ello es que para evitar la competencia, se idean medios más eficientes para captar los alimentos y hay tendencias a buscar alimentos exóticos e indeseables. Por este motivo, entre los animales existen distintos tipos de alimentación: la ingestión de vegetales, carne, etcétera.
A nivel de empresas esto implicaría buscar nuevos materiales o materias primas, nuevos mercados, nuevos nichos, otras alternativas no transitadas, pues la competencia es alta y no hay lugar para todos.
“El hombre es un mamífero muy especial y desarrollado, también necesita las tres funciones antes mencionadas. También para su supervivencia depende de la coordinación y organización de la producción, pero tiene a su favor algo que lo distingue de los demás animales: la inteligencia, que unida al lenguaje le permite acumular conocimientos y transmitirlos”.
La célula como modelo de organización
No puede haber vida sin célula. No puede haber vida sin movimiento. La célula, para formar un tejido se mueve y palpita permanentemente. Dentro de ellas se observan sus fábricas de energía y almacenamiento, mientras los electrones arrancados a las partículas orgánicas ceden su energía saltando de molécula en molécula para volver a unirse con el oxígeno (respiración celular), activarlo y transformarlo en gas carbónico y agua. Esto se hace a través de circuitos permanentes y muy planificados.
La célula realiza en un minuto transformaciones que en la naturaleza exigirían siglos. La clave de esta acción reside en la gran riqueza de enzimas que provocan la unión de las moléculas, aceleran las reacciones y realizan la serie de transformaciones sintetizadas.
Captando la idea de ensamble, comunicaciones, auto reparación y planificación, se han construido fábricas automáticas de relojes, pistones de aluminio para motores u otras autopartes, bombillas eléctricas, etc., en las cuales la mano del hombre no interviene en absoluto, es decir, se han aplicado a temas organizacionales y técnicos referentes a la producción y dirección.
Otros fenómenos que ocurren dentro de la célula y en su estructura son: transferencias de energía, cambio de forma y color, cambio de combustible, fábricas de destrucción y construcción que circulan permanentemente alrededor del núcleo y que hace que las células viejas sean sustituidas por las nuevas. No sería utópico pensar que, en un período no lejano, el mismo proceso se produzca en nuestras industrias, donde las máquinas obsoletas sean sustituidas automáticamente por otras, cuya producción se realice simultáneamente.
Los aminoácidos unen, reúnen y ajustan las plantas de montaje de las células.
El trabajo se cumple en equipo, cada célula depende de otra y ya no pueden vivir solas, todas pierden su verdadera individualidad, pero en cambio aparece una de orden superior que emerge del funcionamiento del conjunto del organismo y que se manifiesta sobre todo en los engranajes neurohumorales que aseguran la coordinación celular, individualidad cuya desaparición es una etapa importante del individuo complejo. Relacionada con una sociedad bien organizada se dedujo que el individuo dependía de una especie de super organismo, materializando de esta manera la sociedad.
Así también el trabajo en equipo en una organización empresarial es fundamental para complementarse, para unir voluntades, para configurar ese orden superior que emerge de un funcionamiento colectivo que aprovecha la creatividad de cada uno de sus integrantes, sus conocimientos, experiencia, mirada distinta sobre un mismo objeto o problema, etcétera.
De tal manera que existe una reorganización continua de las relaciones humanas.
La red de canales que surca la célula y rodea al núcleo constituye el sistema circulatorio de la célula, asegurando los intercambios con el exterior. Las órdenes son formales y el menor error puede significar una catástrofe. Por consiguiente el patrón inicial debe ser perfecto, calcado y reproducido en la forma programada.
Si las órdenes fueran informales (como sucede en muchas organizaciones empresarias, especialmente en las PyMEs) habría confusión, interpretaciones distintas entre emisor y receptor, y por supuesto las ejecuciones y resultados no serían los esperados.
Cuando nos referimos a organizaciones empresarias tomamos su más amplio espectro, es decir, cooperativas, mutuales, sociedades de fomento, hospitales, PyMEs, etcétera.
En cualquier organización el mecanismo comunicacional es vital para evitar malos entendidos (tales como: “yo te dije…”, “yo entendí…”, “yo creí…”) puesto que acarrean grandes trastornos, con la consecuente derivación en costos innecesarios, “reprocesos”, pérdidas de tiempo, etc. Es tarea de la dirección, es decir, del núcleo, la responsabilidad de implementar no solo un sistema de comunicación confiable sino una cultura interna que apuntale dicho mecanismo de eficiencia.
Para evitar la anarquía figura un centro de control (el núcleo), que es también centro de dirección indispensable para la vida de la célula y para su metabolismo, teniendo además la función de guardián de los caracteres hereditarios (memoria de la organización).
La memoria de una organización se construye en el tiempo a través de sus integrantes, por experiencias individuales y colectivas, positivas, negativas, y por las instrucciones o procedimientos que van mutando y que conforman la cultura de la organización (archivos formales e informales podríamos decir).
En una organización social o empresaria, cada uno de sus miembros tiene o forma parte de la memoria de la misma, de tal manera que cuando alguno de ellos egresa de la organización por distintos motivos, se pierde parte de la memoria colectiva u organizacional. Su reemplazo implica dedicar nuevos esfuerzos, comenzar quizás desde cero y seguramente incurrir en nuevos costos. Las empresas u organizaciones que tienen un alto índice de rotación de personas, pierden fácilmente o no pueden construir esa memoria y deben recomenzar, con el consiguiente costo operativo que se mimetiza en el cuadro de resultados, pero que generalmente, aparece “invisible a los ojos”.
El núcleo es el cerebro y el corazón de la célula, que envía los mensajes codificados mediante un ácido mensajero (canal). Cada símbolo del código corresponde a un aminoácido particular, varios símbolos a determinada proteína. Existen tantos modelos de organización como proteínas, visiblemente organizadas y clasificadas en el núcleo. Del núcleo, sistema regulador, depende la vida, pues la síntesis de las proteínas no solo se rige cuantitativamente sino también cualitativamente. Es decir, si no hubiera una serie de mecanismos autorreguladores, el peligro sería el desequilibrio permanente (entropía) y sería fatal.
La célula solo es libre por excepción, vive en conjuntos, unida mediante dispositivos de solidaridad capaces de mantener mecánicamente las masas celulares.
La distancia entre cada una de nuestras células se halla en proporción con su tamaño, comparativamente tan grandes como las que separan los astros en el cielo, pues lo infinitamente pequeño equivale a lo infinitamente grande. O sea que la célula sería un planeta constituido íntegramente por material de programación, con fábricas que se hallarían en lo satélites (ribosomas).
He aquí algo que quizás no sería utópico pronosticar: si por resonancia paramagnética, por medios químicos, etc., se llegara a modificar las órdenes impartidas a los ribosomas de una célula, podría ordenarse a las bacterias fabricar aspirinas, separar los metales raros del agua, o tal vez incluso transmutar un metal en otro.
En cuanto a los ribosomas, podrían formar caldos de cultivo que serían usinas químicas infinitamente más eficaces que las mejores que disponemos: fábricas que elaborarían petróleo a partir del gas de los altos hornos, o azúcar y grasas a partir del aire, todo ello a la temperatura y presión normales y sin mayores gastos.
Claro que si esto ocurriera, el sistema capitalista debería mutar a otro, ya que las máquinas cibernéticas no consumen, y sin trabajadores que cobre un sueldo no hay consumo posible, por lo tanto es inviable la economía de consumo tal como opera en nuestros días. En este sentido, como muchos inventos, las fuerzas productivas estarían limitando, deteniendo u ocultando su desarrollo por las relaciones sociales de producción imperante. La falta de consumo interno y la contradicción entre las relaciones sociales de producción y las fuerzas productivas podrían poner en peligro el sistema y promover el viraje de las relaciones de producción, es decir aquellas formadas por los vínculos y relaciones determinadas que los hombres contraen en el proceso de producción de los bienes materiales.
Estas relaciones de producción comprenden:
- Las formas de propiedad sobre los medios de producción.
- La situación de los diversos grupos sociales dentro de la población y las relaciones entre ellos, que se establecen con el objeto de la producción en el propio curso del trabajo, conformando una determinada cooperación y división del trabajo.
- La forma de distribución de los productos que dependen de la propiedad de los medios de producción y de la posición que los hombres ocupan dentro de la producción.
Además, conociendo la fotosíntesis habremos alcanzado la producción sintética de materia orgánica y la obtención ilimitada de energía a partir de la luz solar sin el concurso de las plantas.
También puede pensarse en memorias para calculadoras, máquinas fotográficas, computadoras, etc., que utilizarían ácido ribonucleico (ARN) y así se dispondría de conjuntos electrónicos-biológicos de muy poco volumen, de escaso consumo energético, muy económico y a disposición de todos. Ya a partir de células se han obtenido plantas, clones de animales, etcétera.
Una célula, como todo ser, está constituida por materia y energía como así también por información, un campo organizador que se sigue investigando y que permite vislumbrar fenómenos increíbles.
El estudio de la célula permite precisar cuál es el mínimo de organización y de mecanismos integrados para la vida.
Se puede afirmar entonces que “la vida es un estado constante en el que el ingreso de energía siempre se equilibra con la pérdida de energía, y entre esta entrada y esta salida giran las ruedas de todas las actividades de la vida”.
“De la misma forma que su contextura (de la célula) responde a un conjunto de estructuras submicroscópicas, así también las células se agrupan y forman los tejidos, cuya asociación a su vez constituyen individuos armónicos”.
Vemos entonces que hay una noción de unidad en el proceso de evolución y transformación en el cual lo simple constituye a lo complejo y lo inferior a lo superior.
“La actividad espontánea de las células nerviosas, por ejemplo, no es ni más ni menos misteriosa que el movimiento de sistemas biológicos en general, y ésta es la condición más esencial mediante la cual los seres vivos cumplen sus objetivos: la conservación de la forma en un mar de influencias y de perturbaciones heterogéneas; la conservación de un estado infinitamente improbable en un mundo que se precipita de lo probable a lo improbable y del orden al desorden”.
Algunas conclusiones
Así, planteando metafóricamente lo descripto en la primera parte, se podría decir que para formar los distintos departamentos o áreas que componen la organización, tienen que integrarse en complicadas conexiones (para que haya interrelación total en todos los puntos) hasta llegar a formar una máquina (organismo) dinámica capaz de “autoconstruirse y autorepararse”. Esto implica un grado de conciencia colectiva que pueda aplicar su energía y creatividad para lograr tal objetivo.
Si bien hay aspectos que no pueden cotejarse mecánicamente, sí se puede afirmar que estudiar estos mecanismos de la naturaleza constituye una fuente inagotable de enseñanza.
Para ello, el sistema de información y de control debe estar perfectamente planificado y adaptado al medio, a fin de acondicionarse armónica y proporcionalmente al mismo entorno en que se desarrolla y por supuesto no entrar en contradicción con éste.
La misma ley de desarrollo armónico y proporcional debe guiar la reproducción de necesidades propuestas por la sociedad.
De ahí la importancia en la vida de la sociedad, la organización óptima de la producción.
Se confirma además, por medio de analogías, la importancia de ciertos principios organizacionales, estipulados por la Administración, como ser:
- La división funcional
- La delegación
- El trabajo en equipos
- El control por retroalimentación a efectos de la reorganización continua
- La organización de la red de canales de información
- Importancia de las órdenes formales en el proceso decisorio
- Centros de control para captar desviaciones y evitar anarquías
- Planificación integral
- Organización de la memoria (archivos, manuales, estadísticas, contabilidad, etc.)
- Descentralización, supervisada por un centro de control
- La comunicación
- La priorización
- La unidad de mando o dirección
- Otras
En el caso de la unidad de mando, vinculado al sistema nervioso central podemos dar el siguiente ejemplo: Si yo arrimo el dedo de un pie a algo que quema, una sola neurona (la primera neurona) sensitiva capta el calor y otra neurona motora (la segunda neurona) inerva la fibra muscular y hace que el músculo se contraiga y retire el pie. De tal manera que no hay contradicción en los mensajes porque hay unidad de mando, no hay superposición alguna.
Es importante clarificar que todo esto tiene un valor relativo, debido a la función dinámica y cambiante de cualquier organismo. Luego habrá que detectar las expresiones de cambio producidas o encontrar nuevos modelos de investigación creativos o nuevos paradigmas, con el objeto de perdurar armónicamente en el contexto.
El tratamiento de este tema, la célula como modelo de organización), no solo brinda elementos concretos de utilización empresarial mediante un juego de abstracciones, sino que señalan puntos de verdadera importancia que generan polémicas de orden económico, político y filosófico.