Ver en mi Blog los artículos anteriores
https://gestionpracticapymes.blogspot.com
El otro día vi un programa con el sociólogo Giuliano da Empoli, sociólogo y ensayista. Su libro, el “Mago del Kremlin”, se convirtió en un fenómeno en Francia con varios premios. Con los “Ingenieros del caos”, indaga la acerca de la planificación estratégica que, utilizando sentimientos de ira, frustración y cansancio de la gente, más el uso de algoritmos, está sustituyendo la política tal como la conocemos.
“La política siempre se ha basado en las emociones. Y la ira siempre estuvo y siempre las instituciones utilizaron la ira de la gente que no está contenta con su situación, con la sociedad. Y cuando la ira queda flotando en el aire, entran a jugar los ingenieros del caos. Había una ira que no se estaba explotando políticamente y estos ingenieros del caos aparecen en ese momento con el algoritmo.
-La nueva política trae método a la política, es el principio de generar “engagement” y no tiene que ver con la coherencia, con la verdad o la falsedad o la mentira. Se tiende a ir a los extremos porque esto es lo que funciona mejor en las plataformas de Internet y en los sistemas de Internet y este tipo de política genera un consenso y llama la atención del público cuando se va a los extremos. Engagement, es un constructo psicológico que significa conexión afectiva, cognitiva y conductual y hace referencia a cuán activamente se encuentra involucrada una persona en una determinada actividad
Giuliano Señala que: La realidad tiene una enorme ventaja sobre la ficción y es que no hace falta que tenga sentido, la realidad no está obligada a tener sentido. En la visión del autor de los Ingenieros del Caos, “la realidad siempre es más fuerte que la ficción y la supera. Esta línea siempre ha sido difusa, pero en la actualidad está más difusa que nunca. La política siempre ha construido ficciones. Y hay una conexión muy cercana entre la política y la ficción”.
Da Empoli señaló que “cada vez vivimos más en nuestra propia burbuja personalizada. Ahora nosotros tenemos derecho, no solo a tener nuestras propias opiniones, sino a adaptar nuestra propia realidad: cada uno vive en su propia realidad y son todas realidades paralelas sin que exista un consenso en cuanto a lo que es verdad o no”.
Así que cuando se habla de las fake news, las noticias falsas, significa que “quien habla de eso no entendió el problema. Las fake news son como la punta del iceberg, existen, pero lo más importante es la importancia que uno le da a los diferentes datos. Y que esconden lo que está debajo de ellas
¿Qué es la política cuántica?: “La realidad actual está constantemente cambiando de forma, los observadores mismos modifican la realidad y las interrelaciones son más importantes que la objetividad. En este tipo de entorno creo que hemos pasado de una política que tiende hacia el centro a una política que tiende a los extremos, porque en las políticas anteriores cuando uno quería tener una mayoría, lo que había que hacer era hablarle a toda la comunidad, a todo el mundo. Incluso si los partidos tenían elementos radicales, había que diluirlos un poco porque lo que había que hacer era convencer a los votantes que estaban más en el centro. Si los partidos se quedaban en los extremos no tenían muchos votos, el partido quería llegar al poder, tenía que apelar a las masas que estaban en el centro. Hoy con la política cuántica ya no funciona así porque si uno tiene un mensaje de centro, ese mensaje con el que mucha gente razonable está de acuerdo no gusta en las redes sociales, no cosecha likes, no cosecha retuits. Y si se hace una afirmación extrema de esa manera se logra cosechar no sólo la energía de aquellas personas que están de acuerdo. También, la energía de aquellos que están en contra de lo que se dijo, esa energía que viene de las personas que se indignan con lo que dicen estas plataformas, que cree que lo que se dice es violento que es inaceptable, esa es la energía que tracciona , que produce “engagement” en las redes sociales, que es el único criterio que importa hoy.
“Cuando la ira llega a un determinado estado en cualquier sistema político lo que ocurre es un estado caníbal. Cuando la ira llega a niveles tan altos, todos los valores se convierten en lo contrario. Lo llamo la época de carnaval, porque es el momento en que todo se invierte. Y lo mismo ocurre con las políticas de Carnaval. Hay mucho descrédito, demasiada ira, los valores se subvierten. La experiencia política se convierte en algo negativo, la inexperiencia política se convierte en algo positivo. Hablar como un político con argumentos racionales políticos pasa a ser algo negativo y decir locuras gritadas al viento se convierte en algo positivo. Esta es una lógica nueva”.