La Voz de Castelar. Abril 2021
¿Tango Naranjo en flor y otro mundo
es posible?
Estaba
leyendo un cuento cuando se me apareció la palabra “ántrax”. Fue un gran disparador.
Muchos no
recordarán, seguramente, y los más jóvenes mucho menos, pero apareció una forma
de terror para la gente a principios de este milenio, que supuestamente
provenía del terrorismo. El ántrax
es una enfermedad rara, no frecuente, causada por una bacteria que forma
esporas (organismos microscópicos que se forman con fines de dispersión y
supervivencia por largo tiempo, y afecta a los animales), y eso me trajo la
imagen del Covid19. Las personas se infectan con ántrax cuando dichas esporas
ingresan al organismo y se activan, pudiendo multiplicarse y distribuirse por
todo el organismo hasta poder causar la muerte. Esta substancia, “aparentemente
bajo la forma de terrorismo” se utilizó en los años 2000 y 2001, para sembrar
enfermedad o muerte y pánico en la población.
Se detectó primariamente en EEEUU a través de cartas enviadas a los medios
de comunicación y al congreso de ese país.
Las cartas enviadas mataron a 5 personas y varios fueron infectados.
Rápidamente
a nivel mundial se propagó la idea de un ataque bioterrorista que implicó gastar
millones de US para preservarse de ella. En ese momento todas las entidades,
correos, bancos, oficinas de todo tipo que recibían paquetes o cartas, tomaron
una serie de recaudos impresionantes. Nadie podía abrir una carta sin guantes y
barbijo, y se debían pasar por un escáner, se cambiaron métodos de trabajo
logístico y se compraron costosos mecanismos de detección comercialmente disponibles,
se crearon una serie de aparatos de respiración autónoma, y se desarrolló el
“biomonitoreo”, otra inversión fantástica.
En Argentina
no hubo un solo caso y en el resto del mundo tampoco. Fue un gran negocio para
las empresas dedicadas al tema.
Algunos
recordarán otra fecha importante, el 31 de diciembre de 1999, cambio de
milenio. En el mundo hubo terror porque se decía que las computadoras no
estaban preparadas para tomar la nueva fecha en forma automática, por lo tanto,
toda la información colapsaría: los bancos perderían referencia de todos los
datos (cuentas corrientes, cajas de ahorro, préstamos, inversiones, etc.), las
empresas, entidades oficiales, negocios y organizaciones de todo tipo perderían
la información de años. Se gastaron millones de US en todo el mundo para
reacomodar los sistemas al cambio de milenio.
Yo esperaba ese día con ansiedad; ¿Qué pasaría con mi PC y toda la información
que tenía acumulada de años?
No pasó
nada, no tuve que hacer nada, todo se acomodó normalmente, pero el pánico se
creó con ayuda de los grandes medios de comunicación. En suma, inversiones que
no sirvieron para nada, puro bluff, pero otra vez las ganancias de las empresas
tecnológicas y sus acciones subieron notablemente y en el recinto de la bolsa
de EEUU se aplaudía ese hecho como un gran evento histórico.
Otros hitos
pandémicos, han sido:
Gripe aviar,
Vaca loca, VIH, Ébola y otros que nunca sabremos si fueron inventos del ser
humano a través de pruebas genéticas, escapes de virus en experimentos, forma
de crear pánico, etc. Toda clase de
versiones hay sobre estos temas y quizá nunca sabremos la verdad.
El último
momento de crisis ha sido el COVID19, dónde
según la prensa aparece en Wuhan el 31/ 12/ 19 donde se informa que 27 personas
sufrían de una extraña “neumonía” que se relacionaba con animales vivos de un
mercado y pocos días después el gobierno chino comparte la secuencia del genoma
del virus en tiempo record, comenzando la revolución biológica que nos ocupa
hasta el día de hoy y que sería redundante hablar de ella.
Lo cierto es
que otras enfermedades como el Zika, el Dengue, la Influenza, la Viruela, la
tuberculosis, etc., han sido dejadas de lado por los medios, y no aparecen en
la tapa de los diarios, pero siguen causando estragos. Claro que son
enfermedades más ligadas a la pobreza, por lo tanto, no son “tan importantes”.
También es
verdad que todo es un gran negocio para las grandes empresas que se dedican a
la “reducción de amenazas biológicas” (incluyendo ministerios de defensa, de
salud, laboratorios, institutos de investigación, fuerzas armadas y protección
sanitaria mundial, redes de vigilancia, sistemas de alerta, etc. que nos
inmoviliza a todos.
Nos hace
perder la noción de tiempo y espacio, valores afectivos, aspectos culturales,
etc., pero los que más sufren son los sectores más vulnerables que no tienen
medios, prepagas, casas dignas, y lo peor de todo es que no tienen para comer.
Mientras
tanto las acciones de las empresas dedicadas a la explotación del “agua, su
envase y distribución,” suben en los mercados financieros, mientras se buscan
reservas en la luna para evitar su faltante en los próximos años. Costosos cohetes financiados por Elon Musk
(dueño de Tesla) y otras empresas privadas invierten en armamentos, se habla
nuevamente de la “guerra fría “entre EEUU y Rusia, hay países en guerra desde
hace decenas de años y se incrementan las migraciones producto de un mundo
desigual. La brecha entre países pobres
y rico se ensancha cada vez más. Se ve mejor ahora con el reparto de vacunas.
Reflexiones: Todos estos
billones de US, euros yuanes(Renminbi), bitcoins y otras criptomonedas que se emiten diariamente,
todas las inversiones (algunas de la cuales hemos detallado), por qué no se
dirigen en su mayoría a eliminar la pobreza, porque plata no falta, sí en
cambio una mejor distribución de la riqueza. La economía es un juego de sumas
cero, es decir que si alguien gana es porque otros pierden. Todas estas
preguntas deberíamos formularnos, relacionadas a quiénes son los que ganan: las
grandes empresas o las Pymes, los trabajadores de la salud o los políticos, los
médicos o los “Messi”, los de los barrios cerrados o las villas miserias, los
amigos del poder o los indefensos ante las injusticias, los que cuidamos el
medio ambiente o los que lo destrozan. La democracia existe cuando la gente
participa y la ejercita, no cuando elige políticos cada tantos años para que
nos representen pero que en realidad no nos representan (en su mayoría) y son
ávidos de poder y de intenciones personales de todo tipo.
Algunos
pensadores dicen que esta situación deviene en una etapa final del capitalismo,
otros señalan que es una etapa vergonzante del mismo, otros que “otro mundo es posible”,
algunos que de todo esto saldrá un nuevo mundo distinto. Quienes decidirán estos cambios si no son los
que realmente tienen necesidad de que cambie para mejorar la justicia social y
el nivel de vida de la población, la mejor distribución de la riqueza, la educación,
la cultura, la salud y vivienda digna para todos. Lo que no ataque estos males
son promesas vanas, vacías de contenido, y en el leguaje popular pura “sarasa”.
Pensemos en
todo lo dicho para que evocando el tango “Naranjo en flor”, no se nos escape la
ilusión del amor a vivir mejor y nos quedemos acobardados como un pájaro sin
luz.
Tango, estrofa:
Primero hay
que saber sufrir
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento
perfume de naranjo en flor
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento
Después, que importa del después
toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.